sábado, diciembre 24, 2005

navidad

A mucha gente no le gusta la navidad. A mi este año me hace mucha ilusión. Voy a visitar a toda la familia, y quiero compartir mis experiencias en Istanbul con todos ellos. Intentaré que la gente cambie un poco la errónea idea que tienen del magnífico país que es Turquia. Y sobre todo conozcan un poco sobre sus gentes. Lo mejor que he encontrado allí.
Desde "Spain with love" Feliz Navidad a tod@s!! gracias por vuestro apoyo, consejos, ánimos, sonrisas, paciencia, compresión...
Que lo paseis muy bien y hasta pronto.

sábado, diciembre 17, 2005

expresión

Dolmabahçe o Topkapi, Europa o Asia. Dos continentes, muchas culturas, muchas tradiciones, muchas y diferentes costumbres. A algunos las diferencias no les gustan, salir de lo habitual. A mi me encanta. Cada vez que pruebo algo por primera vez. Ese momento de incertidumbre. La primera visita a un lugar. La primera impresión. En estos tres meses he encontrado de todo. No he parado de disfrutar y de vivir nuevas experiencias. Ahora tengo ganas de compartirlas. Tengo ganas de navidades.
Quizás sea hora de hacer balance. La familia Dogan, la llegada, el dolmus, el diccionario, la tabla de planchar, el baloncesto, Yenibosna, el cristal del autobus, el kokoreç, Ataturk, la música, el Bósforo, la universidad, internet, la fruta, el sol, las medusas, la bandera, el kumpir, el barco, los cánticos, el anochecer, Sultanhamet, el "ramazan", los minaretes, el tambor, los bazares, las dolmas, los pescadores, el mar Negro, el castillo, el viento, el silencio, los baklavas, la bicicleta, la lluvia, rjcp, el curso de turco, la nieve, el hombre del jersey azul, la cámara, las visitas, el raki, el frío, el mar Mármara, los mosaicos, los amig@s, el "raport", el bolígrafo, Umut y Sinem. Y hasta aquí puedo leer. Porque uno escribe y el que quiere lee. Pamuk seguirá escribiendo. Siempre libertad de expresión.

viernes, diciembre 09, 2005

sol

Hacer turismo cansa. Ha sido una semana muy intensa. Espero que las chicas se lo hayan pasado bien. A mi me ha gustado mucho la compañía, ya que durante estos dos meses y medio en ocasiones me ha faltado. Hemos reído, caminado, comido, regateado, bailado, hablado, escuchado y sobre todo disfrutado en esta mágica ciudad.
Me había reservado algunas de las "joyas" de la ciudad para poder compartir las experiencias de la primera visita. Y sin duda no me han decepcionado. Tras la visita de algunos edificios y muchas partes de la ciudad me doy cuenta de que lo que más me impresiona de ellos, siempre suele ser la luz.
Los diferentes espacios de las habitaciones del Harén del palacio Topkapi están determinados por la luz. Una luz que es la justa y necesaria. Una luz de diferentes colores. Fría o más calida, tamizada, directa, rebotada, suave, difusa, concentrada... la luz es la arquitecta. Pero entonces que o quien es el Sol.

viernes, diciembre 02, 2005

almohada

Muchas gracias a tod@s. Gracias. El susto se va pasando, aunque todavía repaso el apartamento tras salir del baño. Pero bueno, ya no duermo con la sartén bajo la almohada como el domingo pasado. Esto me lo tomo como un toque de atención. Quizás ya me estaba acostumbrando demasiado a Istanbul, ahora vuelvo a caminar con los ojos bien abiertos.
Antes de la llegada de los "ángeles", quería conocer la ciudad de noche. No se sí se puede llamar salir de marcha, porque antes de las 12 estaba en casa. Pero me lo pasé muy bien. Fuímos a una de las calles perpendiculares a Istıklal Caddesi. Llena de bares y música discotequera que retumba de lado a lado de los edificios. La entrada era estrecha y las escaleras muy antiguas. En la puerta del primer piso el portero nos detuvo. Sercan le dıjo que veníamos a la fiesta de una amiga. Tras consultarlo nos dejó pasar. El garito estaba muy oscuro, y la música a un volumen desorbitado. Me imaginaba aquel espacio con luz. El revestimiento de madera, las cutres lámparas, las molduras de los techos, los agujereados sofás... en una de las esquinas había un televisor, estaban poniendo los picapiedra. Aquí la gente baila diferente, aunque yo tampoco entiendo mucho... Sercan fue la estrella de la pista por un momento, con un movimiento de pies increíble. Incluso hubo tarta de cumpleaños. Tras aquella extraña fiesta subimos hasta el tercer piso. Un bar con la música más decente y a un volumen más adecuado. El bar estaba pintado de rojo y los sofás de negro. Jugamos a "tavla", nos reímos, comimos palomitas y bebimos cerveza. Para rematar la noche fuimos a comer mejillones. Aquí se comen con arroz y limón. Puedes comprarlos a todas horas en la calle, y aunque parezca mentira me sentaron muy bien para irme a dormir. Ya sin nada bajo la almohada.